Francisco Trujillo, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa Tropical de Granada, ha declarado que “septiembre está siendo un mes bastante bueno, mejor de lo que esperábamos. El clima acompaña y las playas están de lujo. Nuestros chiringuitos siguen trabajando a buen ritmo, especialmente los fines de semana. Ojalá podamos llegar al puente de octubre con este buen tiempo”.
El principal problema de esta crisis para el sector ha sido la ausencia de turismo internacional. “Cuando en marzo entramos en la alerta estábamos en temporada baja y pudimos mandar a todo nuestro personal a ERTE. Entre mayo y junio los sacamos a todos. Salvo dos chiringuitos que decidieron no abrir, el 99% decidió comenzar la temporada en mayo. Pero en cuanto acabe septiembre, casi todos los trabajadores de los chiringuitos tendrán que volver al ERTE. Ellos son ahora nuestra mayor y principal preocupación”, afirma.
Aunque la Costa Tropical ha dado cifras de ocupación en negativo con respecto a las pasadas temporadas, “nosotros hemos resistido a medias con el turismo residente, nacional y de segunda vivienda. Ellos han sido uno de los pilares fundamentales para nosotros este verano y les estamos muy agradecidos”.
En cuanto al cumplimiento de las medidas exigidas, Trujillo reconoce que “aunque no todo el mundo lo está haciendo como debería porque el miedo a lo que pueda venir les lleva a querer abarcar más de lo que pueden y deben, también es justo decir que la gran mayoría sí lo está haciendo bien”. En este sentido, Trujillo puntualiza que desde la asociación han contado con un laboratorio como Gestionlab, asesorándoles de forma permanente para controlar el adecuado cumplimiento de la normativa anti COVID-19. “Nos jugamos mucho y no podemos relajarnos. Los empresarios debemos dar ejemplo de responsabilidad en esta crisis y creo que la mayoría es consciente de ello”.
Por último, preguntado por la hipotética posibilidad de que tuviéramos que volver de nuevo a un confinamiento, Francisco Trujillo es tajante: “Sería gravísimo. Para el turismo es muy importante poder llegar a Semana Santa con una ‘normalidad’ mínima que nos permita remontar. El verano lo hemos superado mejor de lo que nos temíamos, pero el otoño y el invierno son los meses complicados para resistir. Comenzar la temporada en Semana Santa sería un buen empuje para este sector tan castigado, aunque no el único”.
Los residentes extranjeros que daban vida turística a los inviernos de la Costa Tropical, probablemente no vendrán aún porque en muchos países europeos les aconsejan no viajar a España por el momento. “Y sin turismo internacional es muy complicado aguantar otra temporada, pero ha sido el turista nacional el que nos ha dado vida este verano y tenemos que estarles inmensamente agradecidos”, concluye.